Eructos excesivos y rumiación

El gas es un componente normal en el aparato digestivo, pero un exceso de gas puede ocasionar síntomas molestos. Eructo es la salida audible de gas que puede provenir del esófago (supragástrico) o del estómago (gástrico). Rumiación es un padecimiento en el que la comida regresa desde el estómago hacia la boca, sin ningún esfuerzo o náusea, y el paciente vuelve a masticar y deglutirla en varias ocasiones.

  • El eructo puede considerarse como fisiológico o normal cuando ocurre después de una comida: es el eructo gástrico (figura 1).
  • Los eructos se consideran excesivos cuando afectan las actividades y calidad de vida del paciente, es decir, cuando tienen un patrón repetitivo o incontrolable. Algunos pacientes pueden eructar hasta 20 veces en un minuto. En otros casos pueden asociarse a síntomas digestivos como regurgitación de comida, agruras (acidez), y náusea.
  • La rumiación se manifiesta como regurgitación de alimento sin esfuerzo, desde el estómago hacia el esófago, durante varias ocasiones, en el período inmediato después de cada comida. Típicamente el paciente siente que el material regurgitado es agradable, y lo vuelve a deglutir. Este ciclo puede ocurrir durante varias ocasiones hasta que el material regurgitado se vuelve ácido. Se puede confundir con la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) ya que un síntoma afín a ambos padecimientos es la regurgitación.
  • Los eructos excesivos pueden ocurrir en pacientes que no tienen ninguna otra enfermedad digestiva.
  • Ocurren en pacientes con la ERGE asociados a las agruras y regurgitación.
  • También pueden ocurrir en pacientes con trastornos de la función del esófago y dispepsia. En los niños los eructos se presentan en aquellos con aerofagia o deglución excesiva de gas.
  • Se debe sospechar rumiación cuando existe regurgitación de alimento en forma frecuente después de los alimentos. Algunos pacientes lo pueden referir como “vomito”, aunque sin náusea, arqueo o ningún tipo de esfuerzo.
  • Cuando la frecuencia de eructos es excesiva, producen incomodidad social e interrumpe las actividades habituales del paciente.
  • Cuando los eructos están asociados a signos de alarma como pérdida de peso, dificultad para tragar los alimentos o hemorragia digestiva.
  • Los eructos excesivos y la rumiación pueden ocurrir como parte de una conducta aprendida (como una manía). Estos trastornos ocurren con mayor frecuencia en pacientes con ansiedad o estrés emocional.
  • En el caso de los eructos, el paciente succiona aire dentro del esófago y lo libera casi inmediatamente por la boca: es el eructo supragástrico (Figura 2).
  • En la rumiación el proceso inicia cuando el paciente contrae en forma voluntaria el abdomen lo cual favorece el retorno de la comida hacia la boca. La persona vuelve a masticar la comida y a tragarla. Este ciclo puede repetirse en varias ocasiones. (Figura 3).

  • Los eructos gástricos pueden considerarse normales si ocurren en forma aislada después de las comidas o tras la ingestión de bebidas carbonatadas.  Pueden ocurrir en exceso si el paciente tiene ERGE, o enfermedades asociadas a un vaciado lento del estómago, como en la gastroparesia.
  • Los eructos supragástricos también pueden coexistir con ERGE o trastornos motores esofágicos, pero pueden ocurrir como parte de una conducta aprendida, con frecuencia asociados a ansiedad.
  • La rumiación puede ser un trastorno conductual asociado a hábitos aprendidos previamente, pero también puede ser parte de la ERGE o gastroparesia.
  • Los eructos afectan la calidad de vida pero no tienen complicaciones.
  • La rumiación cuando es muy frecuente con el tiempo puede asociarse a pérdida del esmalte de los dientes, laringitis, y en algunos casos, a microaspiración de contenido alimentario hacia los pulmones.

Para confirmar el diagnóstico su médico puede indicar las siguientes pruebas:

  1. Endoscopia: Este es un estudio que se realiza bajo sedación por personal calificado, y puede hacerse en forma ambulatoria. Se indica para visualizar la mucosa del esófago y estómago y descartar la presencia de hernia hiatal o lesiones inflamatorias o tumorales.
  2. Manometría esofágica: Es un estudio que permite evaluar las contracciones del esófago e identificar los eventos anormales que ocurren durante los eructos y la rumiación.
  3. pH-metría con impedancia: esta prueba permite medir en el número de veces que el paciente eructa, define si el eructo es gástrico o supragástrico.
  1. Los eructos gástricos pueden mejorar al disminuir la ingestión de bebidas carbonatadas o alimentos que generan gas en exceso. En algunos casos pueden ser de utilidad medicamentos que disminuyen la formación de gas, como simeticona o dimeticona.
  2. Los eructos supragástricos en raras ocasiones mejoran con medidas dietéticas como evitar bebidas carbonatadas y caramelos, sin embargo una de las recomendaciones es comer despacio. Los medicamentos que disminuyen la formación de gas tampoco son efectivos. Si coexiste con ERGE o dispepsia, el tratamiento específico de estos trastornos está indicado. La base del tratamiento es la respiración diafragmática o la terapia de lenguaje, ambas guiadas por personal calificado.
  3. Rumiación es un padecimiento difícil de tratar, ya que la mayor parte de los medicamentos, incluyendo inhibidores de bomba de protones, procinéticos y neuromoduladores son inefectivos. La base del tratamiento, en forma similar a los eructos supragástricos, es la respiración diafragmática, con o sin biorretroalimentación, guiada por personal médico calificado.
  4. Respiración abdominal o diafragmática: es una técnica que ejercita el músculo del diafragma localizado entre el tórax y abdomen y ayuda a disminuir los eructos y la rumiación. Consiste en lo siguiente:
    1. Siéntese en una silla cómoda o acuéstese boca arriba con una almohada debajo de su cabeza. Asegúrese de que su espalda esté apoyada.
    2. Coloque una de sus manos sobre su pecho y la otra sobre su abdomen, la zona que está arriba de su estómago.
    3. Inhale lentamente a través de su nariz. Cuente hasta 2. A medida que inhala, su abdomen debe levantar su mano. Su pecho debe mantenerse quieto.
    4. Expulse el aire lentamente con sus labios juntos (casi cerrados). Cuente hasta 4. A medida que expulsa el aire, debe sentir que su estómago se hunde (Figura 4).

Observe que al inhalar cuenta hasta 2 y que cuando expulsa el aire cuenta hasta 4. Esto le ayuda a mantener su respiración lenta y pareja.
Practique esta técnica de respiración durante 5 a 10 minutos al principio. Trate de hacerlo de 3 a 4 veces al día. Luego aumente la cantidad de tiempo y la frecuencia de la práctica.

  • Algunos pacientes con eructos gástricos o supragástricos asociados a ERGE y sin otras condiciones asociadas, pueden mejorar con cirugía antirreflujo. Las características de los pacientes candidatos son similares a los de ERGE.
  • Los eructos supragástricos debidos a un trastorno conductual no deben ser tratados con cirugía antirreflujo.
  • No se recomienda la cirugía antirreflujo para el tratamiento de la rumiación.

Dr. Octavio Gómez
Clínica de Gastroenterología, Endoscopia y Motilidad Gastrointestinal
Hospital Ángeles Puebla

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