Son alteraciones en el movimiento del esófago. El esófago es un tubo muscular cuya función es transportar los alimentos de la boca al estómago. Está cerrado por dos válvulas musculares, en su porción superior, debajo de la garganta, por el esfínter superior y en su porción inferior por el esfínter esofágico inferior, localizado justo en la unión con el estómago. Para realizar su función el esófago tiene una coordinación muy precisa entre la apertura de estas válvulas y la contracción de la pared muscular del esófago conocido como peristalsis. Este movimiento es lo que desplaza el alimento hacia el estómago y puede ser débil (esclerodermia), ausente (acalasia) o muy intenso como espasmo (espasmo esofágico y “esófago en martillo neumático) Las alteraciones en la peristalsis, la apertura inapropiada del esfínter ( acalasia) y su coordinación da lugar a una función fallida del esófago y por lo tanto a que la comida no avance al estómago.
- Sensación de atoramiento al tragar: Es la sensación de que la comida no avanza hacia el estómago. En los trastornos motores la dificultad para tragar ocurre con los alimentos líquidos y también con los sólidos desde el inicio del padecimiento.
- Dolor de pecho: Se localiza en el centro del pecho, es de tipo opresivo, intenso y puede o no estar asociado al momento de la deglución. El dolor puede correrse hacia la mandíbula y brazo izquierdo y por ello confundirse con un infarto cardiaco.
- Regurgitación: Es la sensación de que la comida se le regresa hacia la boca, esto debido a que no avanza correctamente hasta el estómago.
- Agruras: Puede tener sensación de ardor detrás del pecho que sube hacia la boca y confundirse con reflujo.
- Pérdida de peso: Al no poder comer adecuadamente, se puede perder peso de manera significativa.
Los trastornos motores son poco frecuentes, la acalasia es más común en adultos jóvenes y con menor frecuencia en la tercera edad, es raro en los niños. El espasmo distal y el esófago en martillo neumático se presenta con mayor frecuencia en adultos y adultos mayores y pueden estar asociados a reflujo.
Usted debe de acudir con el médico si tiene dolor de pecho, ya que puede tratarse de un problema del corazón. Debe también consultar a su doctor si la sensación de atoramiento dura varios días, es progresiva o se asocia a baja de peso.
Se desconoce su origen. Los estudios orientan a que en una persona genéticamente susceptible, el trastorno inicia por una infección viral que causa una respuesta inflamatoria y destruye los nervios que coordinan las contracciones del esófago y la apertura del esfínter inferior. Estos trastornos también ocurren en pacientes con enfermedades que afectan el músculo del esófago como la escleroderma o la diabetes
Algunos trastornos genéticos o hereditarios predisponen al desarrollo de acalasia como el síndrome de Down. En la mayoría de los pacientes no se logra identificar un factor de riesgo.
Los enfermos de diabetes, con escleroderma o con enfermedad por reflujo pueden presentar trastornos motores esofágicos en algún momento de su vida.
Los pacientes con trastornos motores del esófago pueden tener las siguientes complicaciones:
- Desnutrición por disminución en la ingesta de alimento
- Neumonía por aspiración como consecuencia del retorno del alimento del esófago hacia los pulmones
- Dilatación y divertículos del esófago
- Estrecheces del esófago por inflamación crónica por reflujo
- Cáncer por la inflamación que produce el estancamiento crónico de la comida en el esófago.
Para establecer el diagnóstico de los trastornos motores su médico puede indicar las siguientes pruebas:
Esofagograma. Es un método no invasivo. Se ingiere un medio de contraste en forma de un líquido espeso (bario) y se toma un video y placas con rayos X. El estudio muestra el tránsito del bario por el esófago y su vaciado al estómago. También permite identificar la presencia de estrecheces, dilataciones, o divertículos esofágicos.
Endoscopia del tubo digestivo alto. Consiste en el paso a través de la boca de una sonda flexible hacia el esófago, estómago y primera porción del intestino delgado. Una cámara con luz en el extremo de la sonda permite la visión directa del interior del aparato digestivo. Con este método se pueden descartar tumores, estrecheces, inflamación y corroborar el estancamiento de alimento y se pueden tomar muestras (biopsias).
Manometría esofágica. Es el mejor método para caracterizar y clasificar los trastornos motores del esófago. Para realizar este estudio se introduce al esófago, a través de la nariz, una sonda delgada con pequeños sensores que miden la fuerza de las contracciones del esófago después de varios tragos de agua
El tratamiento de los trastornos motores depende del tipo de problema y las características de cada paciente:
- Acalasia: en esta enfermedad el esófago no se contrae normalmente y el esfínter inferior no se abre con cada trago de alimento. Estas alteraciones impiden el paso de alimento al estómago, ocasionando el estancamiento y la dilatación del esófago conforme avanza la enfermedad. El tratamiento consiste en abrir el esfínter esofágico inferior para permitir el paso del alimento al estómago. El tratamiento depende de la edad y la gravedad del problema. En pacientes de edad avanzada y con riesgo anestésico o quirúrgico alto, la opción es la inyección de toxina botulínica (Botox) a través de un endoscopio que relaja el músculo del esfínter. Dilatación neumática. Consiste en la introducción por la boca de un catéter con un globo o balón, el cual se coloca justo en el esfínter esofágico inferior, usando los rayos X. Se inyecta aire a presión dentro del globo produciendo un desgarro del músculo del esfínter. Este procedimiento se realiza con una sedación intravenosa y es un procedimiento ambulatorio.
En los pacientes con espasmos se puede utilizar:
- Medicamentos para relajar los músculos del esófago. El sildenafilo, las inyecciones de toxina botulínica A o los bloqueadores de los canales de calcio, como el diltiazem, pueden reducir los episodios de dolor y mejorar la disfagia
- Antiácidos o inhibidores de la secreción de ácido. (Omeprazol, Pantoprazol, etc.) cuando se sospecha están asociados a reflujo.
- Antidepresivos, como la trazodona o la imipramina. Los antidepresivos también podrían ayudar a reducir el dolor en el esófago.
En pacientes con acalasia las opciones son las siguientes:
- Cirugía. Esta se recomienda en personas jóvenes y con ciertas variantes de Acalasia. La cirugía tiene como objetivo cortar el músculo del esfínter inferior. Se hace habitualmente por laparoscopia, en donde al mismo tiempo se lleva a cabo una cirugía para evitar el reflujo.
- Miotomía oral por endoscopia (POEM) en este procedimiento corta el músculo del esfínter inferior a través de un endoscopio introducido por la boca.
En los pacientes con espasmo, si los medicamentos no mejoran el dolor o la disfagia, se puede indicar un procedimiento quirúrgico o endoscópico (POEM).
Dr. Gustavo Adolfo Torres Barrera
Instituto de Medicina Interna Hospital Zambrano Hellión Tec Salud
Hospital Universitario José Eleuterio González Universidad Autónoma de Nuevo León